Interpreto el concepto como la génesis del proyecto u objeto a diseñar. Para descubrir esa esencia me conecto con lo que él «quiere ser». Hay una voluntad intrinseca en cada necesidad artística o proyectual.

Como primera instancia trabajo con un análisis profundo, filosófico, flexible y desapegado. Cada producto o espacio tiene una razón de ser, y las partes que lo componen toman forma durante el proceso creativo al responder y armar el concepto principal del mismo. El primer paso que doy para conceptualizar es analizar y adjetivar. De ahí se depura y fundamenta la dirección proyectual a seguir.

Una vez que descubro ese eje se me ordenan las decisiones y etapas posteriores, ya que cada detalle en la realización del objeto artístico va a reafirmar un único concepto.